martes, 25 de octubre de 2011

ANA

 Mi vida es
bien parecida
a una brisa otoñal;
viene y va,
de bosques de colorido
a montes calcinados
por las llamas del verano.
 
¡Oh, ojalá
las ardientes llamas
hubieran aguantado
un poco más!
 
(Ana Moreno, 3ºESO)

¿QUÉ ES LA LITERATURA?

Literatura es una clara y bella forma de expresar los sentimientos; una forma de decir te quiero, de decir te odio, de decir quiero ser libre.
 

Porque, al fin y al cabo, somos lo que leemos y escribimos.
 

Leyendo o escribiendo podemos ser lo que queramos: una bella sirena , un pirata con pata de palo; podemos tener capa de superhéroe, o echar rayos láser por los ojos.

En la literatura podemos ser y hacer lo que queramos, sin sentirnos atados por nadie ni por nada.


(Ana Moreno, 3ºESO)

¿QUÉ ES LA LITERATURA?

 La Literatura es un arte.

Es la forma de expresión más común y más utilizada.
 

Encontramos la Literatura en nuestro día a día.
 

¿Acaso nunca leíste una rima en cualquier lugar? ¿Acaso no escuchaste y cantaste esa canción que más te gusta? ¿O, no viste una película que te emocionó, hizo que te ilusionaras, sintieses pánico o alegría?
 

Todo ello es literatura.
 

Literatura... ¡Lo es todo!

(Nadia Navas, 3ºESO)

domingo, 16 de octubre de 2011

ESCRIBIR

"13.15. Todos los tripulantes de los compartimientos sexto, séptimo y octavo pasaron al noveno. Hay 23 personas aquí. Tomamos esta decisión como consecuencia del accidente. Ninguno de nosotros puede subir a la superficie. Escribo a ciegas".

Estas palabras, escritas por un oficial del Kursk* en un pedazo de papel, tienen la turbadora exactitud que pedimos a un texto literario. El autor está rodeado de bocas que exhalan un pánico que ni siquiera nombra. Él mismo debe de encontrarse al borde de la desesperación, pero no tiene tiempo ni papel para recrearse en la suerte. Ha de hacer, pues, una selección rigurosa de los materiales narrativos, y el resultado es esa obra maestra en la que, sin embargo, sólo cuenta aquello a lo que se puede asignar un número: la hora y la cantidad de hombres. En situaciones extremas, la literatura sale a presión, como por la grieta de una tubería reventada. El documento del oficial del Kursk es bueno porque es necesario. Mientras la muerte trepaba por sus piernas, ese hombre se entregó con fría vehemencia a la literatura. Y de qué modo.

Naturalmente, lo que no dice ocupa más de lo que dice, pero lo ausente ha de aportarlo el lector, que es tan responsable de lo que lee como el escritor de lo que escribe. Sería absurdo comenzar una novela afirmando de un frutero que es bípedo. El lector tiene la obligación de saber que lo fruteros son bípedos y que están dotados de cuatro extremidades con cinco dedos en cada una de ellas. Sin estos sobreentendidos primordiales, la escritura resultaría imposible.

Lo curioso es que un billete con cuatro líneas aparecido en el bolsillo de un cadáver responda de súbito a la vieja pregunta de para qué sirve la literatura. Sirve para contarlo. Todos aquellos que aspiran a escribir deberían recitar el texto del Kursk como una oración. Ser escritor, al menos cierto tipo de escritor, significa vivir rodeado de pánico percibiendo a tu alrededor bultos que pasan de un compartimiento a otro con los calcetines mojados. Y tú eres uno de esos bultos: aquel que, por encima o por debajo del miedo, está poseído por la necesidad de contarlo, aunque las posibilidades de que alguien lo lea sean muy escasas. Escribo a ciegas.
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* El K-141 Kursk fue un submarino nuclear de la armada rusa que, debido a un accidente, naufragó en el mar de Barents, el 12 de agosto de 2000. Pese a los intentos de rescate realizados por equipos británicos y noruegos, todos los marineros y oficiales a bordo del Kursk fallecieron.

(Juan José Millás: Articuentos completos.
Seix Barral, Barcelona, 2011)